Desde la tarde anterior no paró de caer agua. Así algunos caminos estaban como el que se ve aquí......un rio más que un camino. Pero precioso camino!!

Y más de lo mismo. El chubasquero hizo bien su trabajo. No iba a traerlo desde tan lejos para no usarolo, ¿no? La bolsa del supermercado también cumplió con su cometido temporal, y eso que caía agua a base de bien.

Tampoco podía faltar en Galicia una foto junto a un hórreo, en uno de esos momentos en que la lluvia dejaba sacar la cámara.

Y las carballeiras, con un precioso color acentuado con el agua.

Y la Salocleta deseando adentrarse en el bosque

Y casi como si así lo hubiésemos planeado, a la hora de comer estábamos en Melide. Y como no, el pulpo en Casa Ezequiel no podía faltar.
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