viernes, 27 de abril de 2007

Miércoles, 25 de abril de 2007

Portomarín - Arzúa

Distancia Recorrida-->55,76 kms
Vel. Media-->14,2 kms/h
T. Pedaleo-->3,53 h

Hoy la salida se ha demorado más de la cuenta, más que nada por el miedo a enfrentarnos al día. Desde ayer a las 17:00 no ha parado de llover; y es que no hemos mal acostumbrado. Este será el primer día de agua.......................Pero estamos en Galicia, y el cielo no podía fallarnos ;-)
Después de desayunar en el mismo hostal, subimos a la plaza del pueblo, para ver y fotografiar la iglesia-fortaleza de Portomarín, con sus piedras numeradas aún visibles.

Nada más salir de Portomarín, una vez cruzas el Miño por una pasarela, el camino se pone mirando al cielo durante 11 kms. Aquí el chubasquero sobraba, no te mojabas por el agua de lluvia, pero el sudor que no se evaporaba, humedecía toda la ropa. A pesar de este inconveniente, la subida se hizo más o menos bien (un vez las piernas se calentaron...........les gusta más el sol) ya que si estas tierras son bonitas, aún lo son más bajo la lluvia. Ver como caía el agua a lo largo de las carballeiras hacía olvidar la desagradable sensación de ir empapado.

En Ventas de Narón, una vez hubo terminado la subida, paramos en Casa Molar, donde un cafelito nos calentó el cuerpo, y en cuyo servicio pude cambiarme el maillot y la chaqueta (ambas correando). Fué la mejor decisión, hasta el fin del día, como no se sudó mucho, fuí seco.


A las 14:30 llegamos a Melide. Mejor hora imposible para visitar este pueblo. Nos encaminamos directamente hacia Casa Ezequiel, metimos las bicis en la parte de atrás del restaurante, y casi al mismo tiempo de sentarnos ya teníamos una bandeja hasta los topes de pulpo...................y cómo no, una botellita de albariño. ¡Cómo entraba el pulpo!.......................Parada OBLIGATORIA este lugar, sin duda. Una vez saciados, y con muy pocos ánimos de continuar pedaleando bajo la lluvia, conseguimos llegar hasta Arzúa, donde nos quedamos en el albergue privado Vía Láctea.

Muy recomendable. Las bicis las guardas bajo llave, y pudimos lavarlas, incluidas las alforjas, que habían sufrido un día MUUUUUUCCHHHAAAA agua. Por lo demás, en este albergue, tienen una habitación con sofás que hacen la delicia de los peregrinos. También disponen de internet, servicio de lavandería (te dejan la ropita seca junto a tu cama por 3 €), cocina, buenas duchas y habitaciones de 14 camas.

Este día, además del día del pulpo y de la lluvia, ha sido el día de las excursiones. Al menos nos hemos cruzado 4, y siempre en subida. Imaginaos, luchando por conseguir aire para tus pulmones, y pidiendo paso al mismo tiempo.........................aunque cuando los chavales comenzaban a animarte en la subida, parecía que las piernas mejoraban, y la cuesta perdía parte de su pendiente. Cosas del Camino.

De nuevo, hemos comprado en un supermercado de Arzúa, y nos hemos preparado una buena cenita.

Salud(os)

martes, 24 de abril de 2007

Martes, 24 de abril de 2007

Alto do Poio - Portomarín

Distancia recorrida--> 65,73 kms
Velocidad media-> 17,6 kms/h
Tiempo pedaleo--> 3,43 horas

Anoche nos dieron las 22:30 hablando con la hospitalera, la sra. Remedios. Esta mujer tiene mil historias en la cabeza, y nos ilustró con algunas de ellas. Algunas erizaban el pelo, sobre todo lo de un médico francés, que trabajando en Kosovo realizó una promesa. En un verano hizo 4 veces el Camino.

Después de esto, a las 23:00 estábamos en el sobre, y las 23:00:02, dormidos. El cansancio se nota. A las 8:30, otra vez en marcha, abrigados hasta arriba, ya que nos quedaban 12 kms de bajada hasta Samos. Cuando comenzábamos a dar pedales volvimos a juntarnos los 7: 2 catalanes, 2 navarros, 2 aragoneses y el extremeño. Ocupábamos toda la carretera.......menudo pelotón. Al llegar a Samos, vimos que la media de velociadad era de 40 kms/h. Con esto de las alforjas hay que tener mucho ojo con la velocidad............pero no va a ser todo sufrir subiendo!!!

En Samos, yo quería parar a ver el monasterio, y aquí el pelotón de desmoronó. Alberto, Álvaro y yo nos quedamos. El padre Agustín nos antendió muy amablemente, derrochando simpatía. Incluso nos ofreció un pequeño concierto de canto gregoriano. Otra experencia más de esas que no se olvidan. ¡Qué bien sonaba aquello!
Comenzamos la visita por los distintos claustros, y la iglesia. Por los jardines y pasillos. Todo muy bonito, aunque es una pena que 1951 un incendio destruyera gran parte. Ahora, aunque está reformado, no me acaba de convencer. Demasiado "moderno" para mi gusto.

Al rato, después de unas fotos con nuestro anfitrión, y de prometerle que se las enviaríamos (incluidas viandas típicas de nuestas tierras.........esto de pedir se le dá muy bien a la iglesia), comenzamos de nuevo a pedalear. Esta vez ya por las tan esperadas corredoiras. Son tan bonitas como imaginaba, incluso más. Estar rodeado de exuberante vegetación durante tanto tiempo es una experiencia nueva para mi. Y qué cantidad de agua. En cada curva sale un arroyo. Ah, y lo de que Galicia tiene un olor especial es cierto..................caca de la vaca hasta en la sopa!!!!

El terreno es un constante rompepiernas, y el 100% ciclable. Con especial cuidado hay que afrontar las bajadas, ya que las piedras sueltas son traicioneras. Con esto, y los kms acumulados, cuando llegamos a Portomarín decidimos parar. Fuimos a buscar algergue y ¡sorpresa!, estaba hasta arriba. Cómo se nota que aquí los peregrinos salen hasta debajo de las piedras. Justo delante vimos la Pensión Marín. Por 10€ dormias en sábanas limpias, y con toalla nuevecita.........pa'dentro. También pudimos lavar las bicis, y para ahorrar un poco, compramos en un supermercado unas fabes, y unos filetes de ternera para hacer a la plancha (regado por buen vino de la tierra).

Cuando terminábamos de cenar, aparecieron los 5 huéspedes que ya se habían alojado allí. 5 jubilados valencianos con los que nos dieron las 23:00 contando chistes. Sobre todo un militar en la reserva.....................ese hombre arrasa en el Club de la Comedia. Nos fuimos a la cama con agujetas en el estómago. Sin lugar a dudas, la conviviencia con la gente del Camino está resultando lo mejor de esta experiencia.

Antes de dormir me asaltó una pequeña congoja...............que poquito me quedaba para terminar.......esto del Camino engancha, y no me apetece que termine. De todos modos, pienso disfrutar cada segundo de lo que me queda.

Salud(os)

Lunes, 23 de Abril de 2007

Ponferrada - Alto do Poio

Distancia recorrida--> 69,85 kms
Velocidad media--> 14,7 kms/h
Tiempo de pedaleo--> 4,43 horas

Después de la desapacible noche, a las 8:30 estábamos buscando lugar donde desayunar en Ponferrada. Junto a la plaza vimos una churrería, y pensando en la temible subida a O'Cebreiro, decidimos darnos el gustazo de una buena ración de churros con chocolate.

Por carretera llegamos hasta Camponaraya, donde volvimos a recuparar los caminos. Esta vez fué Alberto quién pinchó. Como el día anterior, en unos minutos estábamos pedaleando de nuevo. Hasta Cacabelos todo continúo sin nada importante que reseñar, pero una vez allí, nos despistamos y perdimos el camino, por lo que llegamos hasta Villafranca del Bierzo. Después nos dijeron que nos habíamos perdido una parte muy bonita del Camino ;-(

Continuó la etapa por el carril adjunto a la antigua N-VI, donde un poco antes de llegar a las Herrerías nos paramos a sellar en el albergue de unos brasileños; y para mentalizarnos de lo que nos venía, el O'Cebreiro. Justo antes de comenzar la parte dura de la subida, alcanzamos a Javi y Miguel. Dos aragoneses con los que compartiríamos el resto del día.

En la subida, como siempre, el "avispa" y el "perdigón negro" pusieron su ritmo. Yo a unos 50 m por detrás, y luego Javier y Miguel. Al tran-tran, pero sufriendo menos que en Cruz de Ferro, llegamos a Pedrafita do Cebreiro. Allí, eufóricos por creer haber alcanzado el objetivo con tan "poca" dificultad, nos felicitamos. Con esta alegría, comenzamos a buscar las pallozas............y lo que nos encontramos es que nos faltaban los 4 kms más duros del puerto...........mecagüento qué rampones. Esta vez se me atragantó pero bien. Gracias al agua revivificante de una fuente que manaba al ras del suelo, recuperé un poco. Lo justo para llegar por fin, y de forma definitiva al alto de O'Cebreiro.

En la Venta del Alto nos dimos otro placer gastronómico, que teníamos bien merecido. Pote gallego de primero, carne de ternera guisada y queixo con miel. Regado todo con unas botellitas de vino de las que dimos buena cuenta entre los 5. Al final de la comida, llegaron dos bicigrinos de Girona, que llevaban nada menos que 90 kms, superando en el mismo día Cruz de Ferro y O'Cebreiro..............verdaderas máquinas de dar pedales!!!!

A las 17:00, y con los estómagos llenos, decidimos buscar sitio cerca, y para ello teníamos que superar el Alto do Poio. Esta fué otra. El O'Cebreiro no se termina hasya superar el Alto do Poio (y son 7 kms más). Se nos hizo eterno el ascenso con el peso extra que llevabamos. Pero de nuevo el Camino nos tenía preparada una sorpresa. Justo cuando coronábamos, un personaje del camino nos recibió con la gaita. Fué precioso, y las piernas dejaron de doler al instante.

El albergue Alto do Poio, ubicado en la parte trasera de un bar fué el que nos dio cobijo. Fué una buena elección. Hasta las 22:30 la hospitalera, Remedios, nos contó un sinfín de historias de peregrinos. Estos ratos hablando quizás sean lo mejor del Camino.

Salud(os)

Domingo, 22 de Abril de 2007

San Martín del Camino - Ponferrada

Distancia recorrida--> 88,23 kms
Velocidad Media--> 16,4 kms/h
Tiempo de pedaleo--> 5,21 horas

Ccomo viene siendo habitual el tiempo está muy bien. El sol luce desde primera hora, y a las 8:30 estábamos rodando. Ahora ya por fin los paisajes comienzan a ser más bonitos. Incluso me recuerdan en cierto modo a Extremadura. Sembrados de trigo, campos de vides y encinas. Incluso se ve tierra roja. Así, con estos pensamientos se me pasó la primera subida del día, y al bajar, primer pinchazo del camino. Álvaro pellizcó la cámara y en un segundo estaba desinchada. Entre los tres, uno cambiando la cámara, otro reparando la pinchada y el otro colocando mla rueda no tardamos más que un par de minutos.

Ahora sí, continuamos subiendo hasta Astorga, donde pudimos apreciar que la catedral de esta ciudad no tiene nada que envidiarle a las de Burgos o León. Y el palacio de Gaudí casi que me gustó más. Pensando en las subiditas que nos quedaban, no paramos mucho, y proseguimos con la ascención hasta Rabanal del Camino. En El Ganso, paramos en el típico bar Cowboy, donde un picho de tortilla con chorizo iba a ser la comida del día, y continuamos. La siguiente parada fué con Bienvenido, que como no estaba liado con sus bastones. Nos contó los problemas que tiene con algún vecino que quiere denunciarlo por estar ahí, ¿cómo alguien puede ir en contra de una persona así? Hay gente para todo, desde luego. De ahí a Rabanal en un suspiro, para comenzar con lo complicado del día, la subida a Cruz de Ferro. A mi personalmente se me hizo eterna, sobre todo los últimos 6 kms, en los que no pude seguir el ritmo de los amigos tudelanos. Estos andan mucho cuesta arriba.

Como pude, llegué hasta Cruz de Ferro, que parecía no llegar. Pero una vez que la ves, y con las ganas que le tenía se olvidan todas las penurias. Pude dejar la piedrita que traía desde mi pueblo, Santa Mata de los Barros, y alguna cosa más que quería dejar en el Camino. Como anécdota, Alvaro dejó la pata de cabra de la bici, con los nombres de los tres inscritos. Seguimos entonces subiendo un poco hasta Manjarín, donde entablamos una agradable charla con Tomás, el hospitalero templario. Incluso hablamos de política...........se nota que las elecciones están al caer.

Aquí comezó una vertiginosa bajada de 12 kms, que entre la adrenalina de la velocidad y el agradable olor a jara que nos acompañaba fué un verdadero placer. La interrumpimos dos veces, para visitar El Acebo (según dijo Alvaro "no pasan los siglos por aquí") y Molinaseca, donde junto al puente medieval nos tomamos una refrescante cerveza. Y por fin alcanzamos la meta del día, Ponferrada, donde nos alojamos en el albergue municipal, de estos "industriales" pero bien dotados, aunque creo que ha sido mi peor noche.

Salud(os)

sábado, 21 de abril de 2007

Sábado, 21 de abril de 2007

Sahagún - San Martin del Camino

Distancia--> 91,5 kms
Velocidad Media--> 16,9 kms/h
Tiempo de pedaleo--> 5,23 horas

El día comienza como terminó ayer. Más rectas, y más llano. Tampoco viene mal, ya que los kms caen casi sin darte cuenta, y en esos largos ratos la cabeza da muchas vueltas y es buen momento para reflexionar.

Hasta Horcahuejas todo transcurrió sin novedad. El calor apretaba, y subiendo una rampa para acceder al pueblo vimos una pintada en el suelo de "Sidra casera". Como os podéis imaginar fuimos para allá. La sidrita, junto a un choricito guisado en sidra (cortesía de la propietaria) sentaron como "mano de santo". La parada fue corta, lo que tardamos en despedirnos de otros bicigrinos franceses que llegaron (menudas cletas llevaban los jodíos). Y así, en un momento estabamos viendo León. Desde arriba, desde unas antenas a las cuales nos costó bastante llegar. Es la consecuencia de haberse perdido. 4 kms más de cuestas en las piernas................cómo nos acordaremos mañana subiendo la Cruz de Hierro!!!

En León hemos estado 3 horas, "perdidos" entre sus callecitas, deleitándonos con su catedral y como no, tomándonos unos cortos de cervezas con sus correspondientes tapas. Aquí, como en Extremadura, también te dan la tapa junto a la bebida, y sin sobreprecios.

Después de esto, y de volvernos a perder para salir de León (ya nos han confirmado que está muy mal señalizado, no es que seamos especialmente torpes), llegamos a Villadangos del Páramo, a eso de las 17:20. El hospitalero, de una manera muy poco agradable nos indica que no hay sitio para nosotros, que vienen 180 peregrinos de León (no vimos más de 5 desde León, y fuimos siempre por camino) y que sigamos el Camino, o esperemos a ver si se llena.

Como ninguno teníamos ganas de quedarnos en un lugar donde el hispitalero es tan poco "hospitalario", seguimos hacia San Martin del Camino. De nuevo acertamos. El albergue dispone de todo lo necesario, incluso más, ya que tiene habitaciones individuales con sábana por 6€.

De hoy destaco sobre todo la estancia en León. El tapeo con el avispa y el perdigón negro no se me olvidará, al igual que la Catedral y el Barrio Húmedo leones.

Ahora, una cenita y a recuperar, que mañana nos espera la Cruz de Hierro.

Salud(os)

Viernes, 20 de Abril de 2007

Hontanas - Sahagún.

Distancia recorrida--> 100,19 kms
Velocidad Media--> 16,3 kms/h
Tiempo pedaleo--> 6,08 horas.

El tiempo, como viene siendo habitual (y ojalá que dure) es muy bueno. El fresco de las mañanas ayuda a despejar la mente, y a partir de las 11:00 comienza a apretar el calor. Menudo moreno tengo ya!!!!!!

En el maravilloso albergue de Hontanas, desayunamos como reyes. Tostaditas, café y dulce. A las 8:30 estábamos sobre las bicicletas, con la mente puesta en el alto de Mostelares. Según las guías no parecía mucho............¡¡¡pero cómo se agarra esa cuesta!!! Desde el primer momento hube de utilizar la técnica aprendida hace ya algun tiempo, se denomina Tai Chi Bike. Consiste en poner plato pequeño, piñón grande y MUCHAAAAA paciencia. Al tran-tran se sube todo.
Y así fué. Una vez arriba, foto para el recuerdo, y a por más kms. Era la única dificultad del día, así que la distancia recorrida aumentaba vertiginosamente, hasta que llegamos a Carrión de los Condes. Allí, y para seguir con nuestras ya costumbres, nos paramos en un bar de la plaza del pueblo, donde dimos buena cuenta de unas morcillitas palentinas, queso y cerveza (he de decir en mi descargo, que eso es lo que comemos desde el desayuno hasta la cena de las 20:00).
Una vez sacado brillo a los platos de las raciones, continuamos hasta Calzadilla de la Cuesta. 20 kms de interminable recta, que además nos ha dejado las almorranas a la altura del gañote. ¡Qué manera de dar botes en el condenado camino! Cuando logramos que todo volviera a su sitio, continuamos pedaleando hasta Sahagún, donde haríamos noche. Allí pasamos por el albergue situado en la iglesia, pero estaba muy lleno, y no terminaba de convencernos. Nos fuimos a uno que abrieron el verano pasado. Viatoris se llama. Es una gran nave divididas con literas en grupo de 8, con una decoración exquisita. Un patio muy grande donde relajarse, y acceso gratuito a internet. Las duchas muy limpias y amplias. Además para los sibaritas, dispone de habitaciones individuales por 20€.
Como el cansancio era mucho, al igual que el hambre, rápido cenamos y nos acostamos. Creo que ha sido la noche en la que más he descansado.

De Palencia sólo puedo destacar su morcilla. Demasiado sembrado, mucho bote en el camino, y muuuuucha recta.

Salud(os)

jueves, 19 de abril de 2007

Jueves, 19/04/07

Primera rectificación..............cómo que trescientos y pico kms, ¡ayer me quedaban 500 y pico!!!! El calor hizo mella en mi sesera.

Los datos de la etapa de hoy son:

Distancia recorrida--> 90,74 kms
Vel. Media--> 14,9 kms/h
Tiempo de pedaleo--> 6,03 horas.

Belorado - Hontanas

Después de disfrutar de un verdadero desayuno de campeones (tostadas con mantequilla y mermelada, café, zumo y galletas en cantidades industriales), salimos mis compañeros tudelanos y yo a dar pedales. El día se presentaba igual que ayer; una mañana fresquita sin nubes, que luego tornaría en un solete de justicia.

La única dificultad seria de la etapa de hoy era la subida al Pto. de la Pedraja, para atravesar los Montes de Oca. Hoy no ha sido mi día en esa subida. En las primeras rampas, el avispa y el perdigón negro me sacaban espacio sin problemas. No sé si el calor, las cuestas, el cansancio acumulado, lo que sea, pero las piernas no iban. Aún así, podía disfrutar de los paisajes, y de los picos nevados que aún se veían al fondo. Imagino este terreno en un mes, con todos los árboles llenos de hojas, debe ser de cuento.

Pero en esta cuesta, lo que más me llamó la atención fué otro bicigrino que llevo viendo desde Puente la Reina. Es un americano, de California, de San Francisco para más inri. El tipo habla casi nada de español (más o menos lo mismo que yo el inglés), lleva una peugeot de carretera de acero con unos cuantos de años. La compró por 45€ (también lo ví en Estella, porque se le partieron 3 radios). No veas como anda el yanki; en las cuestas, al tran-tran, cualquiera se le acercaba. En las bajadas se apea y él a su ritmo. Tiene pinta de ser buena gente este hombre, pero no hemos vuelto a verlo desde que coronamos el Pto. de Pedrajas.

De ahía hasta Atapuerca el día transcurrió sin sobresaltos, parando casi en cada pueblo para inmortalizarlo, pero nada más. Una vez en Atapuerca, las guías que llevamos y algún oriundo nos aconsejó que no hiciéramos la subida por camino, ya que estaba impracticable. Nosotros, que somos chicos buenos hicimos caso...............craso error. En apenas 18 kms que nos separaban de Burgos, nos pasaron varios cientos de camiones a toda pastilla. La N-1 NO ES PARA BICIS!!!!!

Una vez superada la carretera, llegamos a Burgos......................qué decir de su catedral. Es grandiosa. De las que ví hasta hoy, las más bonita. El casco antiguo me recuerda a Cáceres. Ambas son preciosas, y creo que ambas se disputan la capitalidad cultural del 2016. Lo siento por los burgaleses, pero contra Cáceres no tienen nada que hacer ;-).

Allí Alberto nos llevó de tapeos (estudió en Burgos), y me comí entre otras cosas unas morcillitas de Burgos que no veas. La mejor barrita energética. ´

Al terminar con la cerveza del bar (ups...........se me coló) salimos de nuevo al Camino, poniendo el punto de mira en Hornillos del Camino. Yo después del dopping de la morcilla iba como una moto (pena que no la tomara en Montes de Oca!!!), y en poco tiempo nos plantamos allí. Un italiano "muy simpático" nos dice finito. Pero el hospitalero, haciendo caso omiso nos guió al ayuntamiento, donde quería alojarnos en el suelo. A pesar de su amabilidad, y teniendo en cuenta que eran las 16:30, decidimos seguir el camino y quedarnos en el primer albergue que viéramos "en condiciones" (después de todo seguimos siendo unos "señoritos"). Lo mejor que pudimos hacer. En un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en Hontanas. El albergue municipal es como un Hotel Rural. Por 5€ tienes todo tipo de comodidades (incluso hemos lavado las bicicletas), y por 0.50€ tienes 30 minutos de internet.

Además el pueblo es preciosom en una vaguada rodeada de trigales, un pueblo de piedra, con 50 ó 60 habitantes..........gloria divina. La tranquilidad te sale de los poros.

Por cierto, es una pena que esto de escribir no sé me dé bien, pero con gusto le escribía una oda a Santa Brida..................y también estoy pensando en beatificar al imperdible...........ya os contaré.

Salud(os) y gracias por vuestros comentarios................le animan a uno al finalizar el día.