Roncesvalles - Puente la Reina

Distancia recorrida 74,58 kms
Vel. media 12,1 kms/h
Tiempo pedaleo 6.08.32 h


Declaro el día de hoy como "Día Internacional del Barro". Así puedo describir la etapa de hoy, barro y más barro.

Pero bueno, ese ha sido el pequeño inconveniente que el Camino me ha planteado hoy; pero he de decir, que he disfrutado como un niño de cada pedalada. Qué sitios más bonitos, qué paisajes. Esta zona de Navarra debería ser nombrada paraíso del BTT. No creo que me cansara de rutear por aquí nunca.

Luego, el ambiente que se respira entre los peregrinos-bicigrinos. Siempre la sonrisa en la boca, acompañando a un "Buen Camino!!!" o "Güen Camino" o "Good Caminou".....dependiendo de la nacionalidad. Respecto a esto, me ha llamado la antención que sólo he encontrado un par de peregrinos castellanoparlantes (que no sé si españoles), por lo demás, brasileñas, australianos, gabachos.....digo franceses, un eeusiano de California (sí, donde las vigilantes esas....).

Respecto al día en sí, me ha gustado especialmente la subida al Alto del Erro. A pesar de que los 500 primeros metros no queda otra que empujar la Salocleta, el resto es precioso (y duro también, no veas lo joio que es el barro navarro). Hasta Zubiri, la parte que más me gustó.
Después, una vez superado el desagradable trámite de cruzar Villaba y Pamplona (por el tráfico, porque la ciudad en sí me ha gustado mucho), afronté como pude la "tachuelita" del Alto del Perdón. No sé se he hecho referencia a que había mucho barro. Pues el caso es que este compañero inesperado de viaje hizo que mi desviador no quisiera moverse del plato mediano ni a la de tres. Cada vez que tenía que cambiar, tenía que apearme, levantar los 27 kg de bici y hacerlo mano. Desagradable tarea pensado que era cuesta arriba.
Por suerte, un caminante local me dijo en plena ascensión al Alto del Perdón, que me diera media vuelta y lo hiciera por carretera, ya que el barro (aquí está otra vez) hacía abosultamente imposible suibir en bici. Teniendo en cuenta que ya eran las 18:00 (salí a las 10:30 de la mañana, para despedirme de mi chófer particular, y bicigrino frustrado), tomé nota de su consejo y me fuí en busca de la carretera 110. Como todas las subidas, cuesta, pero en 30 minutos estaba arriba. Eso sí, miraba con envidia los molinos, y el monumento al peregrino, que en esta ocasión no pude ver de cerca.
Tras un vertiginoso descenso (vel máx 71.1 km/h) me planté en Puente la Reina. Busqué albergue, lavé la bici (ejem.......el barro), me lavé a mi mismo, lavé y tendí la ropita y a dar na vuelta por el pueblo. Un par de cervecitas reconstitiyentes, una cenita y vuelta para dar señales de vida en el blog. Y ahora mismo me voy a la camita, que me espera.

En resumen, muy buena gente, muy buen sitio, y unas sensaciones irrepetibles. Hasta mañana............ya estoy cerca.